Todo comenzó, con el cumpleaños de un amigo, donde estuvimos todos mis amigos de la infancia. Todo fue genial y nos divertimos mucho esa noche.
Más tarde, estos mismos amigos nos fuimos a Almería en un piso que alquilamos para 5 días. Donde fuimos a la playa, piscina, voley playa y de fiesta. Una experiencia que deberemos de repetir.
Tras el viaje a Almería, llegué a mi piso de salobreña. Allí me reuní con los amigos que nos juntamos los veranos. Lo bueno que tienen este tipo de amigos es que al vernos solo durante un periodo de tiempo corto (ya que muchos estudian/trabajan fuera) siempre hacemos muchos planes diferentes y no entramos en la monotonía que puede entrar un grupo de amigos normales. Con ellos fui a calas, pueblos de alrededores, etc. También fuimos a un parque donde les enseñé un poco el deporte de slackline, un deporte que llevo practicando poco tiempo donde el equilibrio es muy importante.
Por último pero no menos importante a uno de mis grupos de amigos más importantes que tengo. Los conocí gracias a la música ya que todos tocamos un instrumento. Son de las mejores personas que he encontrado a lo largo de mi vida y que espero no perder nunca. Especialmente dedicado a Paco y Antonio. Sin duda conocerles ha sido algo que me ha cambiado como persona. Con ellos, y para finalizar esta entrada del blog... lo despediré no hablando de lo que hemos hecho este verano, sino de todo lo que nos queda por hacer juntos. Pronto viviremos una de las mayores aventuras que hemos vivido juntos y es ese viaje que llevamos tanto tiempo pensando. Espero que el año que viene recuerde esta publicación mientras escribo el viaje a Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Alemania. Gracias por formar parte de mi vida.
